Por fin hemos completado la segunda ronda de Lemtrada sin ningún incidente importante. Este año los efectos han sido más suaves que el anterior, prácticamente ninguna mancha de alergia y menos horas en el hospital cada día.
La primera jornada tuve una bajada de tensión que me hizo quedarme un rato más en observación pero tras dos cafés, bocadillo de jamón serrano, bocabits y 2 litros de agua al final me dejaron irme. Aún así salí a las 18:30, un poco antes que cualquiera de los días de la primera ronda.
Nota para mí misma: Si tengo que ponerme otra ronda alguna vez nada de tomar el seguril entero, mejor medio :D.
El segundo día fue como la seda, a las 17:00 me mandaron a casa. Antes pude hablar un rato con el neurólogo, al parecer el congreso de Vancouver era de neurología en general y no habían muchas novedades de Esclerosis Múltiple. Los resultados del antihistamínico como remielinizador son de un estudio con pocos pacientes por lo que aún tardará en materializarse en un tratamiento. En un par de años saldrán nuevos tratamientos en pastillas, aunque seguramente menos potentes que Lemtrada.
También aprovechamos para regalarles unas pulseras de la Fundación de EM de Madrid, que es de las pocas que tiene un catálogo de productos online.
El tercer día tampoco tuve ninguna reacción alérgica ni bajada de tensión, según mi neuro he tenido menos reacción que sus otras pacientes que han tenido erupciones y manchas. Las manchas y moratones se han debido al esparadrapo y mi piel atópica (o “estupiderm” como le llamamos en casa). A las 18:00 me pude ir a casa. Si todo va bien este será el último día de tratamiento durante algunos años.
Este es uno de los tratamientos más potentes existentes para la EM, comparable a un transplante de médula ósea. Las dos rondas de infusiones han ido bien, ahora a llevar los controles mensuales cuatro años más. La mayor incidencia de efectos secundarios es a partir de este año, esperemos que todo siga tan bien como hasta ahora. Tendré cuidado con las aglomeraciones e infecciones estos meses y a esperar se ha dicho.