Discapacidad aprendida

by Javier Carrasco

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Durante algún tiempo mirar hacia arriba o hacia abajo le producía mareos y calambres por la columna así que aprendió a no hacerlo. Además de ser muy molesto le recordaba que es una enferma.

En algún momento la herida a la altura de su cuello mejoró pero Cris no lo supo entonces. Aunque la EM ya no le provocaba esas molestias, ella había aprendido a evitar los movimientos que disparaban el mareo e incluso cuando ya sabía que la herida estaba curada pasó mucho tiempo desaprendiendo a mantener el la mirada en el horizonte.

Nosotros lo llamamos discapacidad aprendida, aunque seguro que hay un término médico correcto para esto.

Eso mismo le pasa con los pies y los zapatos, los que le provocaban menos sensaciones desagradables durante un tiempo, pasaron a ser los peores en la siguiente etapa. Y de nuevo ha tenido que desacostumbrarse a llevar un determinado par.

Con el tacto también, meses después de que dejó de sentir el tacto raro en la barriga aún no me dejaba acariciársela por si la sensación no era la correcta. Y lo mismo con la fatiga, para evitar quedarse varias horas echada en la cama estuvimos limitando los paseos a unos pocos minutos aún después de que parte de su fuerza volviera.

Yo no soy capaz de imaginar cómo debe ser tener que aprender y desaprender cada día a usar algo tan importante como el propio cuerpo. Un abrazo fuerte de ánimo para todos los héroes que lo están viviendo.

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