Ya queda menos para la segunda dosis de Lemtrada y como es normal en mí he comenzado a devanarme los sesos.

Esta semana he tenido la analítica, y Ana, la enfermera me ha dicho que el día 3 de marzo me explicarán como será el procedimiento, que será muy parecido al año anterior. Aquí podéis verlo: Primera dosis

Y me darán, por fin los resultados de la resonancia. Me temo que tendrán alguna manchita, ya que tengo bastante fatiga y mareos.

Como os decía, ya he empezado a darle vueltas a la cabeza, “Y si me ponen en abril el tratamiento y me bajan las defensas… entonces no es muy recomendable que metamos ahora a Lara en la guarde (ya sabéis cómo van los virus) porque lo cogeré todo y no podré cuidarle como toca pero con lo que le gusta estar con otros niños y si se pierde mucho… Javi te voy a liar otra vez, ¿puedes cogerte unos días de vacaciones por si acaso?, porque voy a estar hecha polvo como la otra vez o un poquito más”.

Porque ahora no paro (y es que entre la casa y Lara no llego) y no puedo hacer todo lo que quiero. Y si vamos al parque, no puedo llevar a Lara por los aires que es lo que más le gusta, no tengo bastante fuerza y la envidia me corroe. Ni puedo agacharme todo el tiempo porque me mareo (supongo que por la lesión de la médula).

En casa sí lo hago y ya tenéis a Cris sentada en el suelo otra vez.

Y luego está Facebook y empiezo a ver lo que hace todo el mundo y yo no puedo, si salgo un día, al día siguiente tengo que recuperarme por la dichosa fatiga. ¿Alguien me explica cómo se hace?